miércoles, mayo 03, 2006

Amantes

... Las velas estaban encendidas, el aroma de jasmines abundaba en la habitacion y el fuego de la chimenea le deban ese calor rojizo.
Vos estabas sentado enfrente de la ventana, observando el amanecer; yo me encontraba acostada mirandote detenidamente. Observaba cada parte de tu cuerpo, cada mirada, cada gesto, cada movimiento.
Tu mirada se dirigio a mis ojos, provocaste una sonrisa fingida a la que respondi con un movimiento de cabeza. Sabiamos que no era el momento para aclarar la situación.
Te acercaste a mi y tus manos rodearon mi cintura, lo hiciste tan fuerte como aquel que encuentra un tesoro en una isla perdida. Quise hablarte pero no me dejaste y comprendi que el silencio tenia mucho para regalarnos.
Tu boca rozo mi pecho, poco a poco descubrias el camino al que te dirigias. Tus manos se impregnaron de deseos y marcaban miles de huellas en mi piel. Tus ojos se concentraban en los mios esperando cualquier motivo que te diera para poder continuar con tu obra de arte.
Tu cuerpo dirigia al mio, lo manejaba a su antojo, lo acariciaba fogazmente, iluminandolo con el carisma de tus besos.
Nos sentamos uno al lado del otro y no pudimos contenernos. Sabiamos que lo que haciamos estaba prohibido, que esas huellas nos marcarían hasta nuestro final. Pero nos dejamos llevar. Teniamos un solo instante para los dos, un instante para amarnos, para unirnos y sentirnos uno adentro del otro.
Teniamos un solo momento para cumplir nuestras fantasias en realidad.
Cintia

4 comentarios:

Sole.- dijo...

Cuantos recuerdos, cuantas noches pasan por mi cabeza, pensar que alguna vez fui amante.... sabiendo que ese amor era prohibido.....
Hermoso post monchi, monchi...
Beshotes muchos!!!!

Anónimo dijo...

Que bello encuentro CINTIA, me ha traido nostalgias...de encuentros únicos.
gracias por compartir esto..
saludos

DjPixel dijo...

Amantes, es la mitad que te falta, pero no es parte de ti, siendo tu mismo.

Muaaa

Julio dijo...

Que lindo relato, he deseado mucho tenber un rato así, de mucha pasión y entrega con una amante muy hembra, mujer plena, en la que nos entregemos el uno al otro, y al goce infinito de la unión de los cuerpos y su mágica danza amatoria.
Uff me deja con la sangre ardiendo.
Rico el relato, volveré por mas